10/11/2024 ReL. Doce asociaciones de Estados Unidos que representan a más de 75.000 profesionales de la salud han suscrito una Declaración sobre la atención sanitaria a la mujer denunciando el aborto y la desinformación en torno a esta práctica.
La declaración se presentó este martes en el National Press Club de Washington, D.C. Al inicio de la rueda de prensa, la doctora Christina Francis, presidente de la Aaplog (Asociación Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos Provida), explicó que el «reto» de su profesión es «cuidar a las dos vidas a la vez«, la de la madre y la del hijo no nacido, que merecen «la mejor atención sanitaria posible».
«El aborto provocado que da muerte a un niño no nacido no mejora la salud de la mujer y en muchos casos la empeora activamente«, destacó, sintetizando el mensaje de la declaración. De hecho, «impacta negativamente sobre su salud mental, multiplicando por siete el riesgo de suicidio, así como el riesgo de depresión, ansiedad y abuso de sustancias, incluso si lo comparamos con las madres «que llevan a término un embarazo imprevisto».
Asimismo, señaló que la intención de la declaración es «restaurar en nuestra profesión la ética médica de no causar nunca un daño deliberado a nuestros pacientes y actuar siempre por su bien».
Rueda de prensa de presentación de la Declaración.
A continuación reproducimos el texto de la declaración en su integridad, enlazando las fuentes de la literatura científica que aduce para justificar sus afirmaciones.
Declaración sobre la atención sanitaria a la mujer
Como profesionales de la medicina, creemos que es necesario restablecer una asistencia sanitaria excelente para las mujeres, especialmente en lo que se refiere al embarazo. Hay dos áreas que nos preocupan especialmente: el recurso generalizado a abortos inducidos por fármacos y la difusión de información incorrecta dirigida a los profesionales sanitarios y a las pacientes en los estados que tienen una legislación provida:
-La relajación de los protocolos de la FDA (Food and Drug Administration) en relación con el aborto inducido por fármacos ha aumentado los riesgos para la salud y la seguridad de las mujeres al sustituir la relación médico-paciente por proveedores invisibles e inaccesibles que no evalúan adecuadamente a las mujeres para detectar factores que podrían aumentar el riesgo de complicaciones o poner en peligro su vida. El resultado es que nuestras pacientes resultan perjudicadas, e incluso mueren.
-También nos preocupa que la legislación provida sea deliberadamente tergiversada, dando lugar a confusión e información incorrecta entre los profesionales sanitarios y las pacientes, lo que ha puesto aún más en peligro la vida de las mujeres.
Afirmamos:
1. Las mujeres merecen una asistencia sanitaria que proteja la vida durante todas sus fases. Nos comprometemos a prestar asistencia sanitaria vital a todas las mujeres y a sus bebés, independientemente de sus medios económicos, seguro médico, etnia, raza, religión, estado de salud o cualquier otro factor demográfico.
2. La atención sanitaria defensora de la vida de la mujer se define como aquella que tiene en cuenta las necesidades sanitarias de ambos pacientes: la madre y el feto. Las mujeres embarazadas deben poder confiar en que sus médicos les recomendarán lo mejor para ellas y para sus hijos antes de nacer, independientemente de las tendencias políticas o culturales del momento.
Cuando una mujer embarazada entra en la consulta del médico, son dos pacientes los que recibe. Foto (contextual): CDC / Unsplash.
3. El aborto provocado (también conocido como aborto por decisión), definido como la supresión intencionada de la vida de nuestros pacientes en edad fetal, no es asistencia sanitaria y nunca es médicamente necesario para salvar la vida de la madre. Cabe señalar que todos los estados permiten legalmente poner fin a un embarazo si la intención es salvar la vida de la madre, del niño o de ambos.
4. Las intervenciones médicas que salvan vidas son siempre legales en todos los estados, incluidos los que tienen una legislación provida.
5. Como profesionales de la medicina, juramos no dañar nunca intencionadamente a ninguno de nuestros pacientes. El aborto provocado mata a uno de nuestros pacientes (el feto) y conlleva importantes daños potenciales para la otra paciente (la madre), entre otros un mayor riesgo de parto prematuro en futuros embarazos, mayores riesgos para la salud mental, incluido el abuso de sustancias y el suicidio, y riesgo de muerte por complicaciones.
6. Proteger la vida y la salud de la madre es de vital importancia para nosotros. Las mujeres que sufran un aborto espontáneo, un embarazo ectópico, un aborto incompleto o una complicación del embarazo que ponga en peligro su vida y busquen atención en cualquier hospital o centro sanitario deben recibir ayuda inmediata.
7. Los profesionales médicos que puedan tener una objeción moral a un tratamiento o procedimiento específico están protegidos por las leyes federales de conciencia sanitaria. En tal caso, el hospital debe organizar inmediatamente la atención médica moral adecuada, de acuerdo con las normas éticas del hospital.
8. Todos los seres humanos, in utero o nacidos, tienen igual dignidad y valor, independientemente de su nivel de capacidad o su diagnóstico. Los padres de niños con un diagnóstico prenatal adverso deben recibir el apoyo adecuado. Dado que un diagnóstico prenatal no proporciona un pronóstico posnatal, se recomienda la consulta neonatal. Sin embargo, con o sin consulta, sigue estando indicada una atención médica compasiva y excelente consistente en evaluación, estabilización y tratamientos clínicamente apropiados.
La desinformación proaborto oculta un hecho: el diagnóstico prenatal no siempre determina el pronóstico postnatal. Muchas alarmas tras pruebas durante el embarazo se revelan luego infundadas. Foto (contextual): Flip Mroz / Unsplash.
9. La relajación de los protocolos de la FDA en relación con el fármaco abortivo mifepristona pone en peligro la salud y la seguridad de las mujeres:
-La aprobación inicial de los fármacos abortivos por parte de la FDA en el año 2000 venía acompañada de unas normas de seguridad esenciales: al menos tres visitas médicas presenciales para detectar embarazos ectópicos, hemorragias graves e infecciones potencialmente mortales; la prescripción de los fármacos por un médico; una edad gestacional de siete semanas o menos; y la notificación de todas las complicaciones graves a la FDA. Sin embargo, sin pruebas sobre la seguridad de su decisión, la FDA eliminó la supervisión directa de los médicos.
-Al eliminar la supervisión médica personal, las mujeres corren un mayor riesgo de complicaciones debidas a embarazos ectópicos no diagnosticados, a falta de pruebas adecuadas de detección del Rh y a violencia o coacción por parte de la pareja. También se quedan sin atención médica continuada si sufren hemorragias graves, abortos incompletos o infecciones potencialmente mortales.
-Después de tomar fármacos abortivos, la eliminación del requisito de que las mujeres reciban atención médica de seguimiento programada, aparte de las vagas instrucciones de acudir al servicio local de urgencias si creen que tienen complicaciones, aumenta los riesgos de que se retengan partes del feto y otras complicaciones de los abortos químicos.
-Un riesgo adicional para las mujeres es que la FDA ya no exige que se notifique ninguna complicación que no sea la muerte. Se hurta a los médicos, a los pacientes y al público en general el conocimiento de datos precisos sobre las complicaciones relacionadas con estos medicamentos.
-Los abortos inducidos por fármacos tienen un mayor riesgo de complicaciones que los abortos quirúrgicos. La propia etiqueta de la FDA para estos medicamentos abortivos establece que aproximadamente una de cada 25 mujeres que toman los medicamentos terminará en la sala de urgencias. Los estudios citados por la FDA en 2021 indican claramente que la eliminación de la visita inicial personal a la consulta aumenta esa cifra.
10. Tanto las mujeres de los estados que protegen la vida como las de los estados que permiten el aborto se han visto perjudicadas por el aborto provocado. La industria del aborto pone en peligro a las mujeres al tergiversar la realidad de la atención médica disponible para mujeres que sufren una situación potencialmente mortal. La muerte de mujeres que retrasaron la búsqueda de atención médica o que no pudieron recibir una intervención médica que les salvara la vida debido a esa tergiversación es un escándalo.
11. Según las leyes provida vigentes, las mujeres no pueden ser procesadas y ninguna mujer lo ha sido por conseguir un aborto provocado o por buscar ayuda médica después de un aborto incompleto. En los estados que protegen la vida, sólo se persigue a las instituciones y a los abortorios que infringen la ley.
Reconocemos:
1. Las leyes estatales que protegen la vida no impiden que los profesionales sanitarios atiendan a las mujeres en caso de aborto espontáneo, embarazo ectópico, aborto incompleto o cualquier otra enfermedad potencialmente mortal relacionada con el embarazo.
2. Un embarazo ectópico es una afección potencialmente mortal que debe tratarse de inmediato y que puede tratarse legalmente en todos los estados del país, ya sea en estados con leyes de protección de la vida o no. Por ejemplo, los hospitales católicos siempre han tratado eficazmente los embarazos ectópicos de acuerdo con directrices morales católicas específicas.
3. Las explicaciones tergiversadas sobre las leyes provida en lo que concierne al aborto inducido y a la atención sanitaria a las mujeres ponen en peligro activamente a nuestras pacientes.
-La mayoría de los médicos confían en sus hospitales, en los abogados de sus hospitales, en las asociaciones médicas estatales o en las organizaciones profesionales para que les expliquen sus leyes estatales, pero muchos médicos no están recibiendo el asesoramiento y las explicaciones adecuadas sobre lo que permiten las leyes de sus estados.
-Es posible que los médicos estén retrasando o denegando la atención necesaria a mujeres con complicaciones del embarazo potencialmente mortales debido a la incertidumbre o a las mentiras que les han contado sobre las leyes de su Estado. Las leyes no penalizan a las mujeres que buscan la atención médica necesaria, esté o no relacionada con el aborto. Si a las mujeres se les dice lo contrario, es posible que retrasen la búsqueda de los cuidados que necesitan.
Conclusión
Para proporcionar a todas las mujeres la excelente atención médica que merecen en relación con el embarazo, pedimos las siguientes mejoras sustanciales:
-Hacemos un llamamiento a los legisladores estatales para que promulguen leyes que protejan a las mujeres de su estado de los riesgos del aborto provocado, incluidos los abortos inducidos con fármacos, que a menudo son autogestionados y vendidos por correo sin control, y para que exijan que las mujeres presten un consentimiento plenamente informado sobre los importantes riesgos del aborto provocado.
-Hacemos un llamamiento a los legisladores y responsables políticos estatales y federales para que promulguen políticas que garanticen la recopilación de datos precisos y no identificables sobre el número de abortos provocados y sus complicaciones.
-Hacemos un llamamiento a las organizaciones médicas profesionales para que ofrezcan orientaciones precisas sobre las leyes, así como para que busquen soluciones basadas en pruebas para mejorar la atención a las mujeres embarazadas, especialmente las afroamericanas, las hispanas y otras mujeres de comunidades históricamente desatendidas en Estados Unidos.
-Pedimos a las agencias sanitarias estatales que exijan a los centros abortistas de su Estado las mismas normas sanitarias y de seguridad que exigen a otras instituciones médicas y que investiguen las denuncias sobre estos centros, que han puesto en peligro la vida de mujeres en todo el territorio de Estados Unidos.
-Pedimos a las juntas médicas que exijan responsabilidades a los hospitales y profesionales de la medicina que no presten asistencia vital a las mujeres que sufran abortos espontáneos, embarazos ectópicos, complicaciones tras un aborto provocado o cualquier otra urgencia potencialmente mortal durante el embarazo.
-Hacemos un llamamiento a todos los hospitales y sistemas hospitalarios para que informen con rapidez y precisión a su personal sobre las leyes de su Estado, a fin de garantizar que las pacientes que presenten un aborto espontáneo, un embarazo ectópico, complicaciones tras un aborto provocado o cualquier otra urgencia vital en el embarazo reciban una atención rápida y que les salve la vida.
-Pedimos a la industria del aborto que ponga fin al alarmismo político que impide a las mujeres buscar la atención inmediata que necesitan.
-Hacemos un llamamiento a todos los obstetras para que mejoren el consentimiento informado antes de realizar pruebas prenatales. Si se detecta una presunta anomalía fetal, el valor inherente del feto permanece intacto, por lo que debe consultarse a los expertos adecuados. Además, admitiendo humildemente que antes del nacimiento se desconoce el grado en que la presunta anomalía afectará al bebé, ninguna familia debe sentirse presionada para poner fin a la vida de su hijo. Nuestro objetivo es ayudar a estos bebés y a sus familias a vivir bien durante el tiempo que se les conceda.
-Pedimos a la FDA que establezca protocolos estrictos de seguridad para los fármacos abortivos, a fin de garantizar que las mujeres se sometan a un examen adecuado y reciban atención continuada si deciden tomar estos fármacos de alto riesgo.
Si adoptamos estas medidas, juntos podremos restablecer el nivel de atención médica que merecen las mujeres en torno al embarazo. Sólo entonces será segura la atención sanitaria a las mujeres en Estados Unidos. La salud de las mujeres importa (Women’s health matters es el nombre del portal que aloja la Declaración).
Las asociaciones firmantes son:
– Alliance for Hippocratic Medicine (AHM) [Alianza por la medicina hipocrática]
– American Academy of Medical Ethics (AAME) [Academia americana de ética médica];
– American Association of Christian Counselors (AACC) [Asociación americana de consejeros cristianos];
– American Association of Pro-Life OBGYNs (AAPLOG) [Asociación americana de obstetras y ginecólogos provida];
– American College of Family Medicine (ACFM) [Colegio americano de medicina familiar];
– American College of Pediatricians (ACPeds) [Colegio Americano de pediatras];
– Catholic Health Care Leadership Alliance (CHCLA) [Alianza de liderazgo de la atención sanitaria católica];
– Catholic Medical Association (CMA) [Asociación médica católica];
– Christ Medicus Foundation (es una fundación católica de libertad religiosa y doctrina social);
– Christian Medical & Dental Associations (CMDA) [Asociaciones médicas y dentales cristianas];
– Guiding Star Project [Proyecto Estrella Guía, impulsado por Abby Johnson, de acompañamiento a madres y familias en apuros];
– North Carolina Physicians for Freedom (NCPFF) [Médicos de Carolina del Norte por la libertad].
Traducción de Verbum Caro.